sábado, 13 de noviembre de 2010

Día 1: la decisión

Hace alrededor de un mes fui al médico porque tenía un fuerte dolor de cabeza. Estaba preocupada, mi cabeza es lo único que tengo, y si me da un surmenage estoy en el horno. No tenía nada, pero cometí el error de ir a un cardiólogo, que cuando me vio pensó "a vos misma". 

Me pesó (90 kilos de amor), y diciendo "estás un poco pasada de peso", me dijo que volviera en un mes después de hacerme un montón de exámenes. 

El mes se cumplió el jueves. Parece que estoy fuerte como una roca (no digo como un roble, porque la verdad que con 93 kilos - sí, Einstein, aumenté 3 kilos -, si dijera eso este blog tendría que llamarse la gorda delirante). Eso sí: trigliceridos altos, colesterol casi pasado (195 cuando debe estar entre 100 y 200). Conclusión: pase a la nutricionista y "ha sido un gusto, estoy a tus órdenes".

Mi novia y mis amigas me tienen atomizada. Y ya me decidí. Voy a hacer dieta. Voy a hacerla en serio. Nadie me para... A partir de mañana. NO! A partir de esta noche. Y para ayudarme en mi travesía hacia la belleza física y lo superfluo, voy a escribir este blog. 

Cualquier palabra de aliento ayuda. No importa cuantas, no importa con cuántos errores ortográficos. De cada cabeza, de cada corazón. Y si quieren tirar algo de cada bolsillo, se agradece también. Les prometo que no va a ser para comprarme una pizza... Ni una pizza, ni un calzone, ni una deliciosa pasta o unas maravillosas empanadas.. No, va a ser para comprarme una frutilla de mierda, o una puta barrita de cereales seguramente. Pero van a estar contribuyendo a una causa justa: que la gorda infame pase a ser la flaca de mierda.

Me deseo el mejor de los éxitos.

1 comentario:

  1. Cuanto tiempo... Yo también te deseo el mejor de los éxitos, estoy segura de que puedes hacer lo que quieras si te lo propones. Mucho ánimo y a por todas. Que nada te pare, lo vas a conseguir.

    ResponderEliminar