jueves, 2 de diciembre de 2010

Vengo bien

Bueno... no tan bien. Pero podría venir mucho peor.

Ayer no cené sopa. Pero tampoco comí pizza. Ni cosas con azúcar. Ni nada de esas cosas que son realmente RICAS.

Hoy iba a comer pizza. Pero Juan Manuel me detuvo. Me hizo ver que mejor no comiera harina, que me hace mal. Era cierto. No había lógica posible para ir en contra de eso. Así que pedí una ensalada con tarta de zapallitos. Pero Juan no estaba conforme. NO. La tarta tenía harina. Así que me hizo dejar la mitad. Y nada, me motivé y ahora acabo de comer una mandarina. Sé que esto no va a durar demasiado, porque hoy de noche voy a una reunión en la que van a hacer lenguado con roquefort. Y no me lo voy a perder de ninguna manera. Pero capaz puedo hacer un esfuerzo y comer poquitas papas. Y dejar algo en el plato.

La verdad es que hoy podría haber sido un día complicado, y resultó que no lo fue tanto. Ojalá pueda decir lo mismo al final del día. Me voy a sentir bien conmigo misma si lo logro.

Mi pensamiento profundo de hoy: todas deberíamos tener un Juan que nos detenga cuando vamos a comer. Dong. (pueden hacerse amig@s, está como seguidor en el blog).

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Día... Qué día?

No tengo idea ni por qué día de dieta teóricamente voy. Perdí la cuenta en el momento que perdí las esperanzas de poder hacerla bien. Una salidita por acá, un cumpleaños por allá, y la dieta quedó en el olvido. Maldición.

La buena noticia es que hoy de mañana me di cuenta que es 1ero. de Diciembre. Un primero de mes yo diría que es como un Lunes a la hora de empezar a hacer algo. Me di cuenta que era primero después de desayunar un licuado de frutas. Esto me llenó de energía y esperanza de poder seguir bien el día. El almuerzo fue normal, y en la tarde no me he mandado ninguna macana. De hecho, hasta comí una mandarina hace un ratito.

El asunto es que son las 20:30, sigo en la oficina esperando que me vengan a buscar (no, ni miras de irme en omnibus o caminando.. prefiero esperar, hoy estoy muy perezosa). A unos 5 metros hay unas empanadas que me mandó mi madre ayer. Creo que son de mejillones y estoy muerta de hambre. Escribir este blog ayuda. En lugar de comerme las empanadas voy a tomarme un café. Si esta noche ceno sopa creo que puede que no llegue hecha una bola al verano. Ya veremos. Mañana les cuento.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Día 6: Motivada

Ayer tuve una conducta impecable. El budín de chocolate sigue intacto. Hoy sigo tomando sopa. Se viene el fin de semana y sé que esta buena racha no va a durar mucho. El sábado tengo una cena y el domingo un cumpleaños. Maldita sea. La sociedad conspira contra mi. 

De todas formas, lo bueno es que el Lunes no debería tener inconvenientes en volver a los líquidos. En esta época hay duraznos, mandarinas y frutillas. Al menos es sólo la sociedad y no también la naturaleza conspirando. Los duraznos son ricos. Difíciles de pelar, pero ricos. Ojalá ya hubiera pelones.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Día 5: el por qué de las no entradas

Habrán observado que no realicé entradas los días 3 y 4. Esto se debió a que fueron días de un fracaso rotundo, y no quise desanimarme escribiendo. Preferí premiar mi falta de voluntad con más comida.

Pero ya no más! Mientras escribo esto, tomo una sopa. Al menos le puse queso. Sí, no es TAN líquido, pero es a lo más que puedo llegar hoy. Y es bastante. Estoy contenta. En casa había budín de chocolate. Anoche comí como condenada. Pero hoy al levantarme, ni me le acerqué. Sí. Hoy, Día 5, empecé en serio.



Todavía no estoy de pésimo humor. Pero mañana seguro voy a tener que darles una explicación a mis compañeros de trabajo. Prepararé un cartel que los alerte cuando se acerquen. Luego lo posteo. Acepto sugerencias de qué debe decir y qué imágenes debe mostrar.

Tengo que bajar como 30 kilos. Si bajo 20, voy a volver a estar como en mi mejor momento (y la verdad que el mejor momento tampoco era muy bueno... pero en fin). Va a ser difícil. Pero todo sea por poder estar borracha y que la gente se ría únicamente de las boludeces que hago, y no tanto de lo gorda que estoy.

Salud!

domingo, 14 de noviembre de 2010

Día 2: primer fracaso

Empezar la "dieta" un sábado de noche dejó al descubierto una estupidez que desconocía que tenía. ¿A quien se le ocurre decidirse a hacer una dieta líquida a partir de un sábado de noche?

El sábado almorcé como usualmente lo hago en la casa de una tía. Había preparado una cazuela de mariscos deliciosa, que repetí convencida de que ese era mi "último almuerzo" hasta dentro de bastante tiempo. De postre una tarta de queso que estaba muy buena, y mi decisión seguía en pie de a la noche arrancar "la dieta líquida".

La tarde no arrancó bien... a una amiga se le ocurrió festejar su cumpleaños en el campo... Todos podemos tener un momento de poca lucidez.. pero cumpleaños en el medio de la nada?? En fin. La cosa es que el auto se nos rompió a medio camino, y no tuve más remedio que esperar al sol que viniera el auxilio... y comerme un helado para hacer más dulce la espera.

Llegué a casa cansada a las seis y media de la tarde. Seguía decidida a hacer la dieta líquida, y después de gastarme los pocos centavos que me quedaban en poker stars, arranqué a hacer la sopa que tenía congelada en la heladera. Pese a mi casi nula habilidad en la cocina, la sopa quedó bien, y la tome gustosa. Pero a las nueve llamó mi prima: catástrofe. Mi primo había venido de Paysandú por el fin de semana, qué tal si nos juntabamos un rato? Y claro, nos juntamos.

Hasta que llegaron, seguía decidida a no comer nada. Pensaba fumar y tomarme un martini. Pero llegó mi hermana con una picada. Y mis primos se demoraron. Y después que comí un pedazo de queso y dos papas chips, decidí empezar la dieta el domingo. La pizza con jamón fue deliciosa. Y el salchichón de chocolate increíble. No tuve chance. Gorda infame indeed.

Hoy me desperté y quedaba salchichón en la heladera. Obvio que comí. Son casi las nueve de la noche. El almuerzo fue normal. Milanesas deliciosas con ensalada de lechuga y tomate. Más helado con dulce de leche. No se debe visitar a los padres mientras se hace dieta. Es contraproducente.

Decía que son las nueve. Espero bancar y tomar solamente una sopa antes de acostarme. El sexo ayuda. A ver si puedo hacerlo en vez de comer. Mañana les cuento.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Día 1: la decisión

Hace alrededor de un mes fui al médico porque tenía un fuerte dolor de cabeza. Estaba preocupada, mi cabeza es lo único que tengo, y si me da un surmenage estoy en el horno. No tenía nada, pero cometí el error de ir a un cardiólogo, que cuando me vio pensó "a vos misma". 

Me pesó (90 kilos de amor), y diciendo "estás un poco pasada de peso", me dijo que volviera en un mes después de hacerme un montón de exámenes. 

El mes se cumplió el jueves. Parece que estoy fuerte como una roca (no digo como un roble, porque la verdad que con 93 kilos - sí, Einstein, aumenté 3 kilos -, si dijera eso este blog tendría que llamarse la gorda delirante). Eso sí: trigliceridos altos, colesterol casi pasado (195 cuando debe estar entre 100 y 200). Conclusión: pase a la nutricionista y "ha sido un gusto, estoy a tus órdenes".

Mi novia y mis amigas me tienen atomizada. Y ya me decidí. Voy a hacer dieta. Voy a hacerla en serio. Nadie me para... A partir de mañana. NO! A partir de esta noche. Y para ayudarme en mi travesía hacia la belleza física y lo superfluo, voy a escribir este blog. 

Cualquier palabra de aliento ayuda. No importa cuantas, no importa con cuántos errores ortográficos. De cada cabeza, de cada corazón. Y si quieren tirar algo de cada bolsillo, se agradece también. Les prometo que no va a ser para comprarme una pizza... Ni una pizza, ni un calzone, ni una deliciosa pasta o unas maravillosas empanadas.. No, va a ser para comprarme una frutilla de mierda, o una puta barrita de cereales seguramente. Pero van a estar contribuyendo a una causa justa: que la gorda infame pase a ser la flaca de mierda.

Me deseo el mejor de los éxitos.